lunes, 26 de noviembre de 2007

Sólo en sueños,

Solo en el otro mundo del sueño te consigo,
A ciertas horas, cuando cierras las puertas,
Detrás de mí.
¡Con que desprecio he visto a los que sueñan,
y ahora estoy preso en su sortilegio,
atrapado en su red!
¡Con que morboso deleito te introduzco
en la casa abandonada, y te amo mil veces
de la misma manera distinta!
Esos sitios que tú y yo conocemos
Nos esperan todas las noches como una vieja cama
Y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.
Me gusta decirte lo de siempre
Y mis manos adoran tu pelo.
Y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.
Pequeña, dulce, te abrazas a mi abrazo,
Y con mi boca en tu boca, te busco y te busco
A veces lo recuerdo. A veces
Sólo el cuerpo cansado me lo dice
Al duro amanecer estás desvaneciéndote
Y entre mis brazos sólo queda tu sombra.
J. Sabines.

No hay comentarios: