miércoles, 26 de diciembre de 2007

David

El es el mas humano de los tres, alegre casi todo el tiempo, casi siempre seguro de si mismo, si en algún momento la duda lacera su pensamiento somos de los únicos en saberlo. Calculador, es muchas veces la mano que mueve las piezas. Inteligente, pragmático, podrías jurar en un momento sacarlo de su sitio, mas siempre acierta en tu modo de pensar. Reacciona por instinto y un paso adelante, pero muchísimas veces es muy contradictorio. Violento si lo provocan (solo si de verdad lo provocan). Amante entregado pero nunca por completo, conquistador, don Juan, frío, temeroso y sarcástico. Un defecto: Mujeriego, no ama por siempre ni siquiera todo un día. Ni a una sola, voluble de gustos variados, activo, y casi nunca medita las cosas, el se deja llevar, y se deja querer. No hay meta inalcanzable para sus ideales, conocedor y visionario, tus debilidades son su fortaleza; gallardo, de mano ancha como su criterio. Ama a su familia como a si mismo, cree en Dios pero no lo dice, mas le agradece, y reza por su padre, que es el único patrón que no ha roto. Habré camino sin siquiera recorrerlo, lo mismo pide permiso que viola las frondas. Lo mismo carga una pena que una alegría y de igual modo la comparte, es manantial para el que tiene sed. Demonio o ángel. Muchas veces odiado pero respetado. Mal portado, fodongo, sucio, flojo... pero bien hecho y educado hasta refinado cuando hay que serlo. Aprensivo y popular, Directo del modo mas insensible, como el lo dice: No se anda con mamadas. Nunca se detiene por lograr un objetivo (una niña), al menos que en el camino se de cuenta de que este es inútil o inalcanzable. No se detiene en aquello que le quitaría tiempo, material y emocionalmente hablando. Es conciente de su propia fortuna, de carácter fuerte y bien cimentado, el mejor amigo. Divertidísimo, nunca estarías aburrido a su lado, pero muy noble como para dejar sus alas y escuchar... ¡Sabe escuchar!. Conoce y domina el arte de mentir, que si se lo propone no distinguirías la verdad de sus mentiras. Cobarde, pues no da la cara a doncella herida, valiente porque enfrenta sus miedos antes de entender el porque de ellos. Muchas veces niño, hombre cuando la situación lo amerita, y soñador de los que pocos quedan, romántico sin que muchas veces ellas lo sepan o descubran. Entiende y afronta sus errores y las perdidas. De voz firme y afinada, para nada tímido. Compartido, amigable si le caes bien, burdo si le caes mal. A veces le sorprende una lontananza oscura, la de su propia soledad; yo creo que si le teme a algo, es a su soledad, pues ya ha sentido su efecto. Le gusta la luz mas que las sombras, le gusta el vino mas que el agua. Le gusta la mujer mas que la vida (sin ella), enamorado de si mismo, no hay mas filosofía que la que emana de su boca. Un ángel gigante con corazón humano.

Luis

Es un tipo extraño, a veces compasivo, de los que le gusta decir lo que piensan pero que nunca dice todo lo que sabe, reservado, y muy romántico pero conciente y capaz de frenar sus propios sentimientos o al menos disfrazarlos muy bien, es uno de los pocos seres que el mundo recordara, pero esto será solo cuando el ya no se encuentre.
como escribió Jaime: “olvida cada instante de tal modo que cada instante nuevo le sorprenda”.
El es un tipo orgulloso de ser el tipo que es, por ser el primogénito sobre el esta la plaga de la verdad, de la moral y de las costumbres de una familia que pocas veces entiende, pero que respeta como a Dios mismo ¡el único!. Carga con la cadena del ejemplo de su padre, y a cada paso forja sus propias cadenas, solo espera en tener la fuerza suficiente para un paso más.
Conocedor, sabio de su propia ignorancia, desalineado, formal cuando tiene que serlo, discreto, tenaz, siempre confiable, feroz si lo provocan pero lo suficiente inteligente para no ser provocado, temeroso de sus propias palabras y por tanto medido...
Paciente pero no torpe, distraído solo lo suficiente y necesario, divertido, pero muchas veces aburrido para el que no entiende o no lo quiere entender, para quien ni lo intenta.
Del mismo modo carga una sonrisa que solo se ve detrás del velo enigmático de su carácter, ¿cuántos pararon frente a el buscando pepitas de oro mas no vieron el diamante de su alma?.
Sus defectos los vuelve virtudes, las barreras las hace escalera, la tristeza; es la dulzura de su propia soledad con que endulza la taza de café o los labios de su amada.
Lleva una marca, la de Caín y carga bajo el brazo su libro negro.
Amigo sincero, entregado sin reserva, honesto pero cuidadoso. Enseña solo lo que ha aprendido por experiencia y aprende de todo lo que sus sentidos le regalan cada día, la verdadera vida lo encuentra al amanecer lo mismo en una cama que caminando en busca del alba y siempre es una nueva oportunidad. La muerte... nos sentamos a veces a tomar café y fumar un cigarro.
Temeroso, como todo ser vivo: huele a miedo... y nunca teme en contar sus miedos ni sus sueños, que apoyado por los que lo quieren van dejando de ser quimera para poco a poco ser realidad.
Ama tanto la vida y esto se ve en su modo de comer. Le encanta todo lo que no entiende, observador (hasta donde su mismo ser se lo permite), sabe escuchar la platica inteligente, e ignorar al idiota. Es de vocabulario corto pero directo.
Sarcástico, burlón, grosero, hipócrita, mentiroso, truhán, calumniador, falso, manipulador, cuando se le place serlo.
Es de los tres el sereno y centrado, maduro, pero inocente como un niño, Santo como el Papa pero enfermo como el Marques a veces blanco y a veces negro y nunca abre la senda que no ha de pisar.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Una palabra.

En algún momento un incauto caerá en tus redes, se posara frente a ti para el riguroso examen que acredite tu gusto. Te llegara al precio de tus besos, de tu amor interesado de tu mirada, de tu charla, de esa sonrisa de edecán, de tus manos; de tu cuerpo endulzado, y tu sonrisa para fotografía.... puta, puta amiga.
Me olvidaras a mi y mi amor sincero. Mis ánimos y mis desaires, mis llamadas para saber como te encuentras, mis esperas donde nunca llegaste, mis alas perdidas, mi cigarro, mi café y tus armas.
Tu entrega, tu primera entrega, sabrás que se puede amar mas, si hay dinero, me olvidaras
¡puta!.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Si tu me olvidas.

Quiero que sepas una cosa,
tu sabes como es esto,
si miro la luna de cristal,
la rama roja de lento otoño en mi ventana,
si toco junto al fuego la impalpable ceniza,
o el arrugado cuerpo de la leña;
Todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe:
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos
que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien, si poco apoco dejas de quererme,
Dejare de quererte poco a poco.
Si de pronto me olvidas
¡No me busques!,
que ya te habré olvidado,
si consideras largo y loco
el viento de banderas que pasa por mi vida,
y te decides a dejarme a la orilla del corazón
en que tengo raíces. Piensa que en ese día,
a esa hora, levantaré los brazos
y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.
Pero si cada día, cada hora,
sientes que a mi estás destinada,
con dulzura implacable,
si cada día sube una flor a tus labios a buscarme,
¡hay amor mío!, ¡hay mía!,
en mi todo ese fuego se repite,
en mi nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor amada
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.
NERUDA.

La soledad

"la soledad es más grande cuando se tiene
tiempo completo para vivirla."

¡Tan frio, tan helado que,

al pasar la mano, los
dedos se queman, y la mano que lo toca
retrocede horrorizada! Y por eso mismo algunos
lo creen ardiente.

Lo notó?...

"Notó que ella le había gustado y que estaba tratando de impresionarla. Por el modo cuidadoso con que buscaba las palabras, desechando las más vulgares y buscando las más luminosas, como quien va separando pepitas de oro de un lodazal."

Anabel dijo:

TU NO SABES AMAR.
¿Acaso intentaste, darme calor con tu
mirada triste?
El amor no vale nada sin tormentas ni
Tempestades; el amor no existe.
¿Y con esa frialdad me dices que me amas?
¡No!, no es amor, lo que así te mueve.
El amor es un sol, hecho de rayos y en los
Soles jamás cuaja la nieve; el amor:
Es volcán, es rayo, es lumbre;
Y debe de ser devorador, inmenso, debe ser
huracán...
y debe ser cumbre.
Y debe llegar hasta Dios, como incienso.
Pero tú, que dices el amor es frialdad y
Que ha de vivir en corazones yertos.
¡Con tu anémico amor, anda mi bien, anda al
rosario, a enamorar a los muertos!
Nacidos al dolor del llanto, llevando en la
Vida la tristeza del desengaño.

Eres la ausencia de una mirada

La pausa de nuestra conversación,
El eco de un silencio olvidado
Revocado por una extraña fatalidad.
El llamado que nadie contesto
El desdén que se clava
Como lagrimas en mis ojos
... los quema.
El fantasma errante vagabundo,
Perdido dentro de esta habitación,
Y de un instante.
La idea encarcelada que
sin tocarte siquiera;
oscila, va y viene igual que el sueño
y se esconde bajo la sombra
que dejo tu adiós.

Hoja sin fecha.

Lo mejor sería escribir los acontecimientos cotidianamente.
Levar un diario para comprenderlos. No dejar escapar los matices, los hechos menudos, aunque parezcan fruslerías, y sobre todo, clasificarlos. Es preciso decir como veo esta mes, la calle, la gente, mi paquete de tabaco, ya que es esto lo que ha cambiado. Es preciso determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio.
Por ejemplo, ésta es una caja de cartón que contiene la botella de tinta. Habría que tratar de decir cómo la veía y como la veo ahora. ¡Bueno!, Es un paralelepípedo rectángulo, se recorta sobre,,, es estúpido, no hay nada que decir. Pienso que éste es el peligro de llevar un diario: se exagera todo, uno está al acecho, forzando continuamente la verdad. Por otra parte, es cierto que de un momento a otro- , puedo recuperar la impresión de anteayer. Debo de estar siempre preparado, o se me escurrirá una vez más entre lo dedos. No forzar nada, si no anotar con cuidado y prolijo detalle todo lo que se produce.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Va para ti... Lorena.

PEQUEÑA DEL AMOR, tu no lo sabes,
Tú no puedes saberlo todavía,
No me conmueve tu voz
Ni el ángel de tu boca fría,
Ni tu reacciones de sándalo
En que perfumas y expiras,
Ni tu mirada de virgen
Crucificada y ardida.
No me conmueve tu angustia
Tan bien dicha,
ni tu sollozar callado
y sin salida.
No me conmueven tus gestos
De melancolía,
Ni tu anhelar, ni tu espera,
Ni la herida
De que me hablas afligida.
Me conmueves toda tú
Representando tu vida
Con esa pasión tan torpe
Y tan limpia,
Como el que quiere matarse
Para contar: soy suicida.
Hoja que apenas se mueve
Ya se siente desprendida:
Voy a seguirte queriendo
Todo el día.
J. SABINES.

lunes, 10 de diciembre de 2007

PASA EL LUNES y pasa el martes

Y pasa el miércoles y el jueves y el viernes
y el sábado y el domingo,
Y otra ves el lunes y el martes
Y la gotera de los días sobre la cama donde se quiere
Dormir,
La estúpida gota del tiempo cayendo sobre el corazón
Aturdido,
La vida pasando como estas palabras:
Lunes, martes, miércoles,
Enero, febrero, diciembre, otro otoño, otra vida.
La vida yéndose sin sentido, entre la borrachera y la
Conciencia,
Entre la lujuria y el remordimiento y el cansancio.
Encontrarse, de pronto, con las manos vacías,
Con el corazón vació,
Con la memoria como una ventana hacia la oscuridad,
Y preguntarse: ¿qué hice?, ¿qué fui?, ¿en donde estuve?
Sombra perdida entre las sombras,
¿cómo recuperarte, rehacerte, vida?
Nadie puede vivir de cara a la verdad
Sin caer enfermo o dolerse hasta los huesos.
Porque la verdad es que somos débiles y miserables,
Y necesitamos amar, ampararnos, esperar, creer y afirmar
No podemos vivir a la intemperie
En el solo minuto que nos es dado.
¡Qué hermosa palabra “Dios”, larga
y útil al miedo, salvadora!
Aprendamos a cerrar los labios del corazón
Cuando quiera decirla,
Y enseñémosle a vivir en su sangre,
A revolcarse en su sangre limitada.
No hay más que esta ternura que siento hacia ti,
Engañado,
Porque algún día vas a abrir los ojos
Y mirarás tus ojos cerrados para siempre.
No hay más que esta ternura de mí mismo
Que estoy abierto como un árbol,
Plantado como un árbol, recorriéndolo todo.
He aquí la verdad: hacer las máscaras,
Recitar las voces, elaborar los sueños.
Ponerse el rostro del enamorado,
La cara del que sufre,
la faz del que sonríe,
el día lunes, y el martes, y el mes de marzo
y el año de la solidaridad humana,
y comer a las horas lo mejor que se pueda,
y dormir y ayunar,
y seguirse entrenando ocultamente para el evento final
del que no habrá testigos.

J. SABINES.

lunes, 3 de diciembre de 2007

"¿Quieres que te obedezca?

,¿Lo deseas? dime que no sabrias que hacer si lo hago, que te matas, que es lo único que quieres en este mundo, que te obedezca, dime que siga tu no y tu sí, cuando a ti se te antoje, dime que quieres que llueva esta noche y yo voy a buscar la lluvia, te la traigo, y si quieres me mojas con ella, que al fin es tuya y para eso la busqué, dime que te obedezca, o si no me pegas"

Tiempo perdido

Tan flaca es mi alegría,
Que me pongo en camino y lejos voy
A buscar en otras comarcas mi solaz.
Pound.

Borradores

Es todo
Ni un saludo ocasional,
ni una mirada rencorosa,
ni un estornudo al mirar el sol.
ni el como te va,
absolutamente nada...
ni siquiera el comentario
de algún perdido.
Solo las palabras que en esta espera fluyen
Y el deseo de encontrarla, nunca jamás.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Disección del aburrimiento

Cuando estoy aburrida como pistaches (Falso). Cuando estoy aburrida, camino (Falso). Cuando estoy aburrida, me pregunto si el aburrimiento existe: Falso. Cuando uno está aburrido, no puede hacer nada, ni siquiera saber que está aburrido.
Quizá todo se reduce a un asunto semántico, a definir objetivamente lo que es el aburrimiento. Pero, ¿Es definible objetivamente un estado de ánimo que alguien padece? El mismo diccionario parece confundirse al incluir entre las acepciones del aburrimiento el término repugnancia. Hastío y tedio parecen remitir sin tropiezos a lo que uno siente que es el aburrimiento; no así asco; no así repugnancia.
El aburrimiento es un estado de ánimo pasivo; hunde a quien lo sufre en la inactividad y prácticamente en la insensibilidad y la inconsistencia. Salvo porque respira, el aburrido podría estar muerto. Al aburrido no le interesa nada; nada lo mueve, ni para bien ni para mal. El que hace algo atroz y se justifica alegando que quería romper el aburrimiento, no estaba aburrido, ¿Estaría enfadado?.
Le han llamado melancolía, depresión, tedio, hastío. Fatiga; agotamiento.
Diría que el aburrimiento querría desear, pero no lo logra. O quizá quiere hacer algo e incluso sabe qué: pero no sabe hacerlo. No acumula suficiente energía para poner en marcha su voluntad.
Fastidio, impedimento.
El aburrimiento ataca a cualquiera.
Acaba con todos los impulsos de su víctima; en última instancia, incluyendo el de respirar. Hay algo que un aburrido sí puede hacer, y es suicidarse, pero solamente por asfixia o, con todavía menos esfuerzo, por inanición.
Alguien que no piensa, ¿Puede aburrirse?¿Basta con sentirse aburrido para saber que uno es un ser pensante? Pero el aburrido no puede hacer nada; ni siquiera saber que está aburrido.
Falta de capacidad de concentración, de memoria. No puedes leer, no puedes ver una película, ni ver una obra de teatro. Te molesta tanto el sonido que no puedes oír un concieto. ¿Te imaginas a alguien susceptible de aburrirse en París? Pues lo hubo: Fue un gran poeta. Baudelaire, el aburrido por excelencia. Pero, ¿era aburrimiento de París lo que padecía, si pudo escribir su Spleen de París?
La fantástica Gertrude Stein sostenía que se necesitaba no hacer nada para ser genio. ¿Es lo mismo que se necesita estar aburrido para hacer algo extraordinario? No hubo un instante en la vida de Picasso en que no hiciera nada: Sin embargo, Picasso fue genio. Pero éstas son las consideraciones de siempre.
Hubo un tiempo en que yo rechazaba la existencia del aburrimiento, en especial en la vida de los seres pensantes. Pero no tomaba en cuenta que quien padece aburrimiento se encuentra imposibilitado incluso de soñar. Gritar, “El aburrimiento ha muerto”, denotaba exceso de energía y abuso de inocencia. O ausencia de aburrimiento.
Otro alarde de juventud era no salir de la casa sin un libro, sin un lápiz, sin un cuaderno, no tanto para no aburrirse, pues el aburrimiento había muerto, como para no perder el tiempo.
Pero se necesita no hacer nada para hacer algo extraordinario. Entonces, hay que descuidarse y salir ala calle sin libro ni cuaderno. Abordas un autobús y oyes conversaciones en un lenguaje que al principio te parece extranjero, el vocabulario, los giros; habías dejado de entender la vida diaria. Ves a una jovencita leyendo un libro grueso; gira hacia un lado para que otro pasajero ocupe el asiento vació a su derecha, pero la molestia, el movimiento, no la hacen despegar los ojos de la página que lee. Lee. Ni siquiera usa anteojos, y el tamaño de la letra es muy reducido. Ella está interesada en su lectura; tanto así que los diálogos a su alrededor, ordinarios, cruzados, no la distraen. Es una lectura feliz; es una joven sana que no padece ningún grado de aburrimiento.
Vas a hacer un tramite a una oficina de gobierno. Y no llevas contigo un libro para no aburrirte mientras esperas. La señora a tu izquierda, que ha estado platicando con el anciano a su izquierda, después de comunicarte a ti lo que él le confío a ella, y después de hacer en voz alta sus propias reflexiones respecto al tiempo que se gasta en los trámites que hay que hacer en las oficinas de gobierno, suspira y se despide.
“Tengo hambre”, ríe. Te desea suerte en la celeridad con que se resuelva tu asunto. Te dice, “A mí me atendieron de inmediato; me quedé aquí sólo por el gusto”, y se va, gorda, renca, contenta.
BÁRBARA JACOBS.

¡Avanti! (frag.)


¡Avanti!
Si te vencen diez veces, te levantas,
Otras diez, otras cien, otras quinientas,
No han de ser tus caídas tan violentas,
¡Ni tampoco, por ley, han de ser tantas!
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
No te sientas vencido ni aun vencido,
No te sientas esclavo ni aun esclavo,
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
¡Y acomete feroz, ya malherido!
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo,
No la cobarde intrepidez del pavo,
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora,
O como Lucifer, que nunca reza;
O como el robledal, cuya grandeza
Precisa del agua y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
ALMAFUERTE.