viernes, 14 de diciembre de 2007

Hoja sin fecha.

Lo mejor sería escribir los acontecimientos cotidianamente.
Levar un diario para comprenderlos. No dejar escapar los matices, los hechos menudos, aunque parezcan fruslerías, y sobre todo, clasificarlos. Es preciso decir como veo esta mes, la calle, la gente, mi paquete de tabaco, ya que es esto lo que ha cambiado. Es preciso determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio.
Por ejemplo, ésta es una caja de cartón que contiene la botella de tinta. Habría que tratar de decir cómo la veía y como la veo ahora. ¡Bueno!, Es un paralelepípedo rectángulo, se recorta sobre,,, es estúpido, no hay nada que decir. Pienso que éste es el peligro de llevar un diario: se exagera todo, uno está al acecho, forzando continuamente la verdad. Por otra parte, es cierto que de un momento a otro- , puedo recuperar la impresión de anteayer. Debo de estar siempre preparado, o se me escurrirá una vez más entre lo dedos. No forzar nada, si no anotar con cuidado y prolijo detalle todo lo que se produce.

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