
¡Avanti!
Si te vencen diez veces, te levantas,
Otras diez, otras cien, otras quinientas,
No han de ser tus caídas tan violentas,
¡Ni tampoco, por ley, han de ser tantas!
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
No te sientas vencido ni aun vencido,
No te sientas esclavo ni aun esclavo,
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
¡Y acomete feroz, ya malherido!
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo,
No la cobarde intrepidez del pavo,
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora,
O como Lucifer, que nunca reza;
O como el robledal, cuya grandeza
Precisa del agua y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
ALMAFUERTE.
Si te vencen diez veces, te levantas,
Otras diez, otras cien, otras quinientas,
No han de ser tus caídas tan violentas,
¡Ni tampoco, por ley, han de ser tantas!
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
No te sientas vencido ni aun vencido,
No te sientas esclavo ni aun esclavo,
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
¡Y acomete feroz, ya malherido!
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo,
No la cobarde intrepidez del pavo,
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora,
O como Lucifer, que nunca reza;
O como el robledal, cuya grandeza
Precisa del agua y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
ALMAFUERTE.
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