lunes, 25 de febrero de 2008

...Va caminando a oscuras.

...Va caminando a oscuras, muy despacio, con ninguna arma mas que su propio valor que tambalea entre los susurros del viento y los ruidos que solo puede explicar una imaginación exagerada, convulsionante de miedo...con ese temor a las voces que le pone el mismo miedo; el que enciende la alarma en su cabeza y hace que se pregunte, se interrogue, como llego hasta aquí.. ¡sola! y sin una “jodida lámpara”.
Casi a tientas se deja llevar por lo que le cuentan sus sentidos y al mismo tiempo los maldice por no decirle mas... objetos viejos la rodean, algunos cacharros colgando de las paredes y el techo, cosas inservibles, pero que en este momento sirven para distraer su mente de lo que en verdad esta buscando... ¿que cosa? No lo sabe , pero lo busca... desde muy adentro de sus mismas entrañas que podría jurar se retuercen del mismo modo que su espalda al sentir el soplo del viento enfriando el sudor de sus nervios. Maldito viento, y maldita cerradura; bueno... maldita si existiera en este “jodido” intento de desván..
Y cuando cree que todas las cosas que ve por primera vez después de mucho tiempo, están en su lugar.. y justo cuando baja la guardia y esta casi convencida de que solo se trató del “jodido” viento... se deja asomar la anciana “hija de puta” con un hacha en las manos.. que al verse descubierta huye sin antes causar los gritos y espasmos involuntarios en la mayoría de las chicas; mientras los tipos ponen su cara de idiotas, su cara de “eso no da miedo” y sacan la risa forzada y la mueca burlona y cuelan las manos en el mas falso intento de abrazo protector, (como si la anciana “hija de puta” fuera a salirse de la pantalla a caminar hacia esas chicas de caderas anchas y cinturas improvisadas envueltas en fajas como mulas de carga.) mientras algunos de verdad se asustan y comienza un escándalo de susurros y risuelas que van dirigidos hacia si mismos.Yo solo te miro a ti, y escucho tu risa discreta casi en mi oído, mientras la luz tenue de la pantalla hacen brillar tus ojos y tus labios delgados, maquillados por ese Lip Gloss sabor fresa... estapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautorestapartefuecensuradaporelautor y sin distraerme de la secuela de tal escena me siento muy bien de tenerte junto a mi, y tu mano apretando la mía, mientras recuerdas el susto y el espasmo que nos causo la anciana “hija de puta” y vuelves a reír y vuelves a recargar tu cabeza en mi hombro y volvemos a poner atención en la película, en esta tarde de viernes en el cine...

1 comentario:

Pancracio Remington dijo...

No sé si la vieja anciana hija de puta se iba a salir de la pantalla, lo que se puede percibir es que el corazón es el que no quiere estar ahí, en ese lugar, quiere salir de la corporalidad para sumirse en la trascendencia del acto, el corazón palpita y sale, con un color rojo brillante, estalla, se pierde...y no se donde esta, la anciana hija de puta es la que sigue ahí...