miércoles, 5 de marzo de 2008

De las doce a la una de la mañana

Existe un mundo que solo se percibe
con los ojos del insomnio,
con el sentido del desamparado
que espera la calma que reina
en el mundo de los sueños.
De una hora a la otra existen mil mundos
que pisas, entre la estancia de cada segundo.
Y siempre es la misma pregunta, para la misma respuesta;
Escribir y no decir nada, esa es tu tarea
y es no por recelo, ni por miedo ni por la mínima
importancia que pueda tener el hilar estas palabras
para cubrirme después con ellas.
Solo se trata de ser; solo se trata de dejar pasar
el instante mientras la vigilia
encuentra el camino que
recorrerá para llegar a ti o a mi.
Dicen que no se puede mentir en ese punto
donde estas a punto de dormir.
A la vigilia nadie le puede mentir...Habría que intentarlo.

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