Mirando la luna, he llegado hasta ti, lejana.
como la estela inalcanzable de mi amor primero
cual astro luminoso, que en otras ocasiones era tu alma.
Leyendo a Jaime, me he encontrado la necesidad
de escuchar una vez más tu nombre,
mas no habrá boca que pueda pronunciarte,
ni oído que escuche la plegaria de tu amor;
No ha de haber sitio en la tierra donde ningún hombre
recuerde la melodía de tu voz.
Tomando café; he reencontrado el aroma perdido de tu ser
y el calor calcinante que no se compara al sorbo
Interminable de tus labios.
Escuchando esas canciones que jamás te gustaron
He hallado una vez mas el pilar inquebrantable
Que sostuvo nuestra ilusión temprana...
Y es que en este día, en esta noche, cuando guardamos silencio
para dar gracias, es cuando esas cosas simples y
hasta insignificantes se caen de mi cuerpo como costras de tu alma
para sacudirme mis alas desplumadas de ilusiones.
Son muchos sueños rotos en muy poco tiempo...
y solo nos queda el deseo de encontrar
La estela inasequible de nuestro amor primero.
domingo, 20 de enero de 2008
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1 comentario:
Hola lola (aunque en este caso el femenino nos traicione). Vengo a hacer lo que es debido, por orgullo, agradecimiento, interés "profesional": he venido a leer tu blog y a devolverte las buenas palabras. Gracias por tu cmentario afable y por tu tiempo de lectura sincera. Disculpa que mi respuesta haya sido tan, pero tan tardada, es sólo que por acá el mundo se tornó lento estos días, pero estoy de vuelta y mantendré mi itnerés en tus posteos. He publicado algo más en mi blog, por si queires leerlo. Estaremos en contacto. Yo te leo, suerte. Sinceramente y no lo contrario: F.G.
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