miércoles, 30 de enero de 2008

Sería tan fácil

Tzuyuki Flores
Sí, cariño, sería tan fácil tomar el teléfono y pedirte que nos veamos, decir que te extraño y que perdono que tengas dos hijos que adoras y a Fanny que sospecha de mí y por la que tuve que encerrarme un día en la sala de juntas para que no me viera y que ahora está acostada junto a ti mirando la tele, intuyendo lo que piensas, mientras te quemas por dentro con las enormes ganas que tienes de llamarme, de reitererme que me necesitas para refugiarte en mis piernas, en mis brazos, y sentirte vivo por un rato, aunque sea un rato.
Pero no llamarás. No puedes. Ahí está ella que cambia veinte veces el canal y te ve de reojo con ganas de meterse en tu cabeza, arrancar trozos de tu pensamiento y ponerlos sobre la cama como prueba de que no está loca, como reproches vivos o fotografías que servirían para decirte:"¿No qué no?", o"lo sabía".
Sería tan sencillo enviarte un mensaje o dos y ponerte más paranoico de lo que ya andas, o llamar a tu casa, segura de que no contestará Fanny porque correras ansioso y levantarás el auricular queriendo decir que me deseas o preguntando a dónde nos vemos, fingiendo, como otras veces, que hablas con gente del despacho, tal vez con tu socio que a estas horas debe estar soñando con la cantidad de embargos que tienen que hacer mañana, pero que siempre nos encubre, el pobre, aún sin saberlo.
Sería tan fácil sucumbir de nuevo y aceptar que pases por mí después del trabajo (a dos cuadras para que no sospechen) y que me vallas a dejar a la casa (a dos cuadras para que no nos vean).
Tan sencillo, se reduciría a una sola llamada, te daría la buena nueva: por fin me salí de la casa de mis padres, otro "logro" tuyo. Ahora sí tendrías donde dormir calientito cuando no se te diera la gana llegar a la cama donde te espera el redondo cuerpo de Fanny. Una sola llamada para decirte que comprendo no tu situación, sino la mía y que quiero que sólo te aparezcas a veces, me traigas algún regalo y cojamos universalmente como tú dices y después te vayas a cenar con la cara roja y abraces a los mocosos que te esperan felices.
Sería tan fácil pero tengo sueño, debo desmaquillarme.

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