miércoles, 1 de octubre de 2008

De las lunas la de Octubre es mas hermosa

Higinio, se había levantado temprano pues estaba cansado de lidiar con un insomnio que no le había dejado descansar el cuerpo.
Y cerca de las cinco de la mañana y ya sin ningún cigarro en el paquetito, se dispuso a levantarse y barrer el patio a la luz de la luna.
Se levanto despacio y se abrigo antes de salir, pues una ventisca se coló por la ventana haciendo saber que venia de muy lejos pero de los ya cercanos vientos de diciembre.

Paso por el patio para entrar al otro cuarto donde estaba la cocina, deteniéndose solo para mirar la luna que brillaba muy fuerte con un plata tan blanco que parecía nieve y fue entonces que recordó que de niño tenia un miedo como el de los animales al escuchar el trueno de un relámpago, pues no sabia que era lo que la hacia brillar y en su tierra natal solo conocían como agua la que corría en el río.

Encontró fácilmente el otro paquete de cigarros que aun estaba donde el los había dejado, encendió un Delicado y con el mismo cerillo prendió la estufa donde calentó el café de olla que Dominga había puesto la noche anterior. Ni el escándalo de la olla ni sus pesados pies incomodaron a la Tuza, que dormía encogida debajo del hornillo. Por ultimo tomo su radio viejo y salió otra vez al patio.

Comenzó barriendo al fondo, las cenizas del calentador del agua, al compás de un cansancio añejo, para después seguir con las hojas de las jacarandas con una nostalgia interpretada por Lucha Villa, pero cuando llego a los umbrales de los cuartos de la casa, se detuvo a escuchar esa canción que en otro tiempo le había hecho sentir lo mismo que el frío se empeñaba en adormecer.

De las lunas la de octubre es mas hermosa
Porque en ellas se refleja la quietud
de dos almas que han querido ser dichosas
al arrullo de su plena juventud

se quedo estático, tratando de traer a la vida esos recuerdos, tan lejanos. Intentando recordar la letra de esa canción que tanto le gustaba.

Corazón
que has sentido el calor de una linda mujer en las noches de octubre
Corazón
que has sabido sufrir y has sabido querer desafiando el dolor

subió el volumen para poder vibrar los tonos una historia escrita por el verdadero amor. Por ese amor que solo puede vivirse por una vez.

Hoy que empieza la vida tan solo al pensar que tu amor se descubre
el castigo de ayer que me diste tan cruel parece que murió
Si me voy
no perturbes jamás la risueña ilusión de mis sueños dorados
si me voy
nunca pienses jamás que es con único fin de estar lejos de ti


Dominga se enderezo en la cama, un poco alarmada por el susto repentino de despertar y no tener a Higinio a su lado, pero se tranquilizo al escuchar la hermosa voz de Pedrito, que volvía de su descanso eterno para recordarle su amor de adolescente.

Viviré con la eterna pasión que sentí
Desde el día en que te vi desde el día en que soñé
que serias para mi.

El estaba parado en la puerta, y ella le sonrió con unas lagrimas en sus ojos.
Se quedaron en silencio, mientras el locutor daba los buenos días al primer día de Octubre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso relato Antonio; qué descripción tan exacta de ese amor con el que hemos soñado alguna vez o con suerte, vivido también.

Me gusta cómo escribes. Enhorabuena.

Un beso